El
sismo del 25 de Abril del 2015 en Nepal, que costó la vida a varios miles de
personas, fue un recordatorio más del gigantesco enfrentamiento de las placas tectónicas
continentales de India y Asia, iniciado 50 millones de años atrás. El sismo, de
magnitud 7.8 Richter, no alcanzó la energía del acontecido en la misma
región en 1934, de magnitud 8.1 Richter
y que mató a más de 10 mil personas (Time, 11/05/2015). Comparado con el que
afectó recientemente a nuestra región, de magnitud 8.4, parece relativamente
débil, pero costó la vida de más de 5 mil personas. Ello muestra que la
magnitud es un factor importante, pero no el único a considerar, porque también
interviene la distancia al hipocentro y las características geológicas y
humanas del área afectada, como la calidad de las edificaciones. Al respecto,
aparte de la forma en que se libera la energía mecánica de las placas
afectadas, es muy importante el contexto tectónico de su interacción. En esta
materia podemos distinguir tres contextos principales. El primero es el de los
sismos ligados al proceso de subducción, vale decir de la penetración inclinada
de una placa oceánica bajo otra placa oceánica o bajo una placa continental. En
el primer caso se forma en la superficie
un arco de islas volcánicas, como Las Filipinas o Japón. En el segundo, se genera
una cadena orogénica como los Andes. Los sismos tienen su hipocentro en la zona
de subducción y su efecto es comparativamente menos destructivo, en particular
los del tipo Andino, que también son más benignos en materia de tsunamis que
los de los arcos de islas. El segundo caso implica dos placas tectónicas que se
deslizan horizontalmente, una respecto a la otra, como ocurre en la zona de
falla de San Andrés, California, donde la placa occidental,
oceánica-continental, se desplaza hacia el NW respecto a la placa continental
norteamericana. Los sismos generados son poco profundos y la componente de las
ondas sísmicas paralela a la superficie genera esfuerzos de corte muy
dañinos para las estructuras. El tercer contexto, ejemplificado por los
Himalaya, donde las dos placas continentales chocan frontalmente producen una especie de
“inmovilismo dinámico” cuya ruptura es también muy destructiva por las grandes
energías liberadas. Pese a ello, tanto India como China no han renunciado a
aprovechar el elevado potencial hidroeléctrico que encierra esa cordillera y
hay unas 600 represas operativas o en
construcción (Sci. Amer., Agosto 2015). Al respecto, las advertencias de los
sismólogos no han sido bien recibidas, al menos por el gobierno de India, que
en el 2012 expulsó al sismólogo B. Belham (Univ.Colorado, Boulder) que mencionó
en público la posibilidad de un sismo de magnitud 9.0 Richter. Si consideramos
los juicios a sismólogos italianos por el caso de L`Aquila (2009) , así como el
proceso aún pendiente en Chile por el sismo del 27 de Febrero del 2010, podemos
concluir que tampoco la profesión de sismólogo es de las más seguras.
jueves, 17 de diciembre de 2015
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