domingo, 19 de mayo de 2013

Las Universidades y el Ejercicio Profesional en Chile: Una Copia Incompleta


La reforma del sistema universitario realizada a principios de los 1980`s se inspiró en el ejemplo de los EEUU. En ese país, a diferencia de los países de Europa continental,  existe una tradición de numerosas universidades particulares, muchas de elevado nivel académico, que coexisten con las universidades públicas de cada Estado de esa nación. En general, las universidades norteamericanas entregan grados académicos (Bachiller, Magíster, Doctor), los cuales no habilitan directamente para el ejercicio profesional independiente, tarea que corresponde a organismos equivalentes a nuestros colegios profesionales. Así, un graduado en ingeniería o leyes puede ser contratado como colaborador por una oficina de ingeniería o por un estudio de abogados, pero si quiere ejercer como profesional independiente (calcular un edificio y firmar los planos; representar a un cliente ante el tribunal) debe pasar primero el examen de suficiencia respectivo. Es esa aprobación la que garantiza su idoneidad profesional ante la comunidad, cualquiera sea el prestigio de la universidad en la cual se graduó.

Sin embargo, el mismo gobierno que reformó nuestro sistema universitario despojó a los colegios de las limitadas funciones de tuición profesional con la que antes contaban, de manera que la colegiatura dejó de ser obligatoria. En consecuencia, nos quedamos con una copia sólo parcial de un sistema donde libertad y control están efectivamente balanceados. A lo anterior se podría responder que ese rol lo cumple la acreditación de universidades y carreras, pero eso sería no entender en que consiste la acreditación universitaria, que también juega un rol importante en el sistema norteamericano, pero no reemplaza a los exámenes de suficiencia antes mencionados. Lo que la acreditación mide es la capacidad de gestionar los asuntos académicos por parte de la universidad, materia importante pero que no sustituye los exámenes de idoneidad profesional.

Una medida adecuada frente a los problemas de fe pública por los que ha atravesado nuestro sistema universitario sería restablecer el rol de los colegios e implantar un sistema de pruebas de suficiencia para el ejercicio profesional independiente, como la que se había implantado (aunque sólo parcialmente) en el caso del ejercicio de la medicina. Es lamentable por eso el anuncio de que dicha prueba será eliminada  para los graduados en universidades chilenas. Todo hace prever que enfrentaremos crecientes desafíos producto tanto de los fenómenos naturales como de la complejidad que día a día introducen los avances científicos y técnicos. Es importante por lo tanto que nuestras profesiones conserven los niveles de exigencia que las han prestigiado y que sepamos también balancear libertad y control,  dos ingredientes básicos en la procura de la excelencia.